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lunes, 20 de octubre de 2014

Estudiantes desaparecidos en México: Su ausencia nos duele a todos


La desaparición forzada de 43 jóvenes estudiantes de la normal rural “Raúl Isidro Burgos” y la muerte de 7 normalistas en la población de Iguala, en Guerrero, además de mantener en vilo a México, a muchos sectores, como los estudiantes de la Universidad Pontificia de México, llena de indignación.
En un hecho poco común, la comunidad estudiantil de esta Universidad, cuyo gran canciller es el arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, ha escrito una carta abierta a la opinión pública en la que demuestra su solidaridad con los estudiantes de la normal guerrerense, al tiempo que exigen a las autoridades federales, estatales y locales lo mismo que han exigido las marchas que han proliferado por todo el territorio mexicano: que “vivos se los llevaron; vivos los queremos”.
Los estudiantes de la Pontificia advierten que el grado de corrupción que impera en ciertos ambientes políticos y policiacos, la alianza que se ha establecido entre el crimen organizado e instituciones del Estado en todo México “es contraria a la promoción del bienestar que deberían asegurar las instituciones”.
Más adelante señalan que “la impunidad con que se mueven muchos responsables de la violencia, el dolor y la muerte que afecta a grandes sectores del país denuncia la inconsistencia en el aparato de justicia en México”.
 Ayotzinapa, una espina en el corazón de México
Los jóvenes estudiantes se muestran indignados por la falta de respuesta inmediata y eficaz en el secuestro y desaparición de los 43 estudiantes normalistas, “lo que ha venido a aumentar el dolor y la rabia en los familiares de estos jóvenes, cuya ausencia nos duele a todos”.
Para ellos, en una dura acusación contra autoridades federales y locales, “la dilación en la respuesta ante este doloroso crimen convierte a las autoridades en responsables de la desaparición de los normalistas”.
Los estudiantes de la Universidad Pontificia de México expresaron su solidaridad en oración y protesta con los familiares de los estudiantes desaparecidos. “Les decimos No están solos,  su dolor es también nuestro. Queremos en estos momentos de incertidumbre compartir nuestra fe cristiana y transmitirles la certeza de la presencia de Dios que no abandona al que más sufre, dando aliento y luz para encontrar motivos de esperanza”.
Se solidarizaron, igualmente, con los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. “Su lucha por condiciones que favorezcan la vida digna desde la educación pública es testimonio de corazones grandes. Los acompañamos para no cejar en su afán por alcanzar respuesta a sus justas demandas”, dijeron los estudiantes de la Pontificia, muchos de ellos sacerdotes.
 
Investigación completa
Hasta el momento, no ha aparecido ninguno de los 43 normalistas secuestrados, aunque activistas por los derechos humanos, como el padre Alejandro Solalinde, han dicho ya que éstos habrían sido asesinados e, incluso, “quemados vivos” por gente cercana al narcotráfico y a la política en Guerrero.
Los estudiantes de la Universidad Pontificia de México subrayaron en su comunicado que “la violencia no es el camino para obtener justicia”, e hicieron un llamado a las autoridades “para que se realice la investigación completa de los hechos y se informe puntualmente a la opinión pública de los avances en esta urgente investigación”.
Finalmente, exigieron la pronta aparición de los estudiantes secuestrados. “La tardanza en los resultados no hará sino hacer crecer el clima de descontento”, y terminaron diciendo que tienen aún esperanza “en que las autoridades sabrán responder a su alta responsabilidad con los ciudadanos”.
Aleteia

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