JUEVES, 21 DE NOVIEMBRE DE 2024. Mt 12, 46-50
PRESENTACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL TEMPLO
Hoy hacemos memoria de
la presentación de la Virgen María en el templo. Es una fiesta que tiene su
origen en oriente. Más todavía, es una de las doce fiestas principales del año
litúrgico oriental. Es en los evangelios apócrifos donde se encuentra el relato
de la Presentación de María en el templo. ¿Qué celebramos en esta fiesta
mariana? Celebramos, junto con los cristianos de la Iglesia oriental, la
'dedicación' que María hizo de sí misma a Dios, ya desde la infancia, movida
por el Espíritu Santo, de cuya gracia estaba llena desde su concepción
inmaculada. En uno de sus sermones, san Agustín comenta este misterio, que
estamos celebrando hoy, en estos términos: "Os pido que atendáis a lo que
dijo Cristo, el Señor, extendiendo las manos sobre sus discípulos: 'Éstos son
mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de mi Padre, que me ha
enviado, ése es mi hermano, y mi herma
na, y mi madre'. ¿Por
ventura no cumplió la voluntad del Padre la Virgen María, ella, que dio fe al
mensaje divino, que concibió por su fe, que fue elegida para que de ella
naciera entre los hombres el que había de ser nuestra salvación, que fue creada
por Cristo antes que Cristo fuera creado en ella? Ciertamente, cumplió santa
María, con toda perfección, la voluntad del Padre, y, por esto, es más
importante su condición de discípula de Cristo que la de madre de Cristo, es
más dichosa por ser discípula de Cristo que por ser madre de Cristo. Por esto,
María fue bienaventurada, porque, antes de dar a luz a su maestro, lo llevó en
su seno" (Sermón 25, 7-8: PL 46,937-938). Los autores de la vida
espiritual encuentran en esta fiesta tres méritos: Hay de parte de María el
mérito de la diligencia apremiante, puesto que presurosamente viene a ofrecerse
a Dios, el de la generosidad completa y el de la fidelidad inviolable.