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domingo, 26 de abril de 2015

Santiago Agrelo Martínez


Acabo de regresar de Africa. Dos semanas entre Melilla y el monte Gurugú en Marruecos; yendo a las "periferias" y oliendo a oveja como pide el Papa Francisco. Más de 2.000 subsaharianos se hacinan y malviven en este monte agreste esperando cruzar la cortante valla que les separa de un mundo idealizado. Visitando y conviviendo en el CETI de Melilla (Centro de Refugiados) donde unos 1.880 sirios, kurdos, libios, pakistaníes y subsaharianos se reponen de las heridas de guerras civiles, hambrunas y desolación. Intentando hacer realidad con mi escasa aportación lo que dice Isaías de Siervo de Yahvé. "El Señor me ha enviado a dar una palabra de aliento a los pobres y desvalidos.."
Las sangría de los huidos y desesperados sigue y sigue... y por desgracia seguirá. No siempre con un final feliz como los de la foto que adjunto. Más de 800 emigrantes salidos de las costas libias se hundieron hace pocos dias frente a Sicilia. Sus sueños, ilusiones, anhelos de mejorar su castigada vida; hombres mujeres y niños... Pienso en toda esta pobre gente, llenos de ilusiones y proyectos... No sabían que pocas horas después el Mediterráneo -cuna y crisol de tantas culturas y civilizaciones- se los tragaría de forma inmisericorde. Descansen en paz.!!. Paz y Bien en Xto. resucitado.

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