Páginas

jueves, 17 de enero de 2019

EL PAN DE LA PALABRA: DÍA 18 DE ENERO DE 2019


Viernes, 18 de enero de 2019
Por aquel entonces, Jesús volvió a Cafarnaún. La gente se dio cuenta que estaba allí. Acudieron muchos. "Él les proponía la Palabra. Llegaron cuatro llevando un paralítico y, como no podían meterlo por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla del paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: Hijo, tus pecados quedan perdonados. Unos letrados que estaban allí sentados pensaban para sus adentros: ¿Por qué habla este así? Blasfema. ¿quién puede perdonar pecados fuera de Dios? Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: ¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil, decirle al paralítico: Tus pecados quedan perdonados, o decirle: Levántate, coge tu camilla y echa a andar? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados...Entonces le dijo al paralítico: Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa. Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios diciendo: Nunca hemos visto una cosa igual". Jesús volvió  a Cafarnaún. La gente se entera y acudía allí. Jesús les proponía la Palabra. Llegaron cuatro portando a un paralítico para presentárselo a Jesús. Los portadores no se detienen ante ningún obstáculo hasta que consiguen llevarlo hasta Jesús. Saben que Jesús puede ser el comienzo de una vida nueva para su amigo. Jesús capta en el fondo de sus esfuerzos 'la fe que tenían en él'. Sin que nadie le haya pedido nada, Jesús dijo al paralítico: 'Tus pecados quedan perdonados". Había allí unos escribas que estaban sentados. Se sienten maestros y jueces. Lo saben todo acerca de Dios: Jesús 'está blasfemando'. Jesús no entra en discusiones teóricas sobre Dios. No hace falta. Él vive lleno de Dios. Un Dios que es misericordia y le empuja a despertar la fe, perdonando el pecado y liberando la vida de las personas. Dirigiéndose al paralítico, le manda tres cosas que lo dicen todo: 'Levántate': ponte de pie; recupera tu dignidad; libérate de lo que paraliza tu vida. 'Coge tu camilla': enfréntate al futuro con fe nueva; estás perdonado de tu pasado. 'Vete a tu casa': aprende a convivir. El relato evangélico nos pone de manifiesto que no es posible seguir a Jesús viviendo como 'paralíticos' que no saben cómo salir del inmovilismo, la inercia o la pasividad. Imitemos también a aquellas cuatro personas que ayudaron al paralítico a llegar hasta Jesús.

Participa con tu comentario...

Publicar un comentario