EL PAN DE LA PALABRA: DÍA 19 DE ENERO DE 2019

Sábado, 19 de enero de 2019

En aquel tiempo, "Jesús salió de nuevo a la orilla del mar; toda la gente acudía a él y les enseñaba. Al pasar vio a Leví, el de Alfeo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dice: Sígueme. Se levantó y lo siguió. Sucedió que, mientras estaba él sentado a la mesa en casa de Leví, muchos publicanos y pecadores se sentaban con Jesús y sus discípulos, pues eran ya muchos los que lo seguían. Los escribas y fariseos, al ver que comía con pecadores y publicanos, decían a sus discípulos: ¿Por qué come con publicanos y pecadores? Jesús oyó y les dijo: No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores".Tal como nos relata el Evangelio de hoy, la llamada de Jesús a Mateo es directa, y su respuesta es diligente: Se levantó y siguió a Jesús. Mateo era un publicano, cuando le llamó Jesús estaba sentado al mostrador de los impuestos. A esta clase de personas lleva Jesús a su seguimiento y con ellas se sienta a la mesa. Era el signo más elocuente de que quería entablar con ellos una comunión de vida, ofreciéndoles la confianza, la fraternidad y el perdón. Ante esto, la reacción de los maestros de la ley no se hizo esperar. Tal actitud de Jesús contradecía todas las reglas de piedad de la época. En el trato con los publicanos se ponía en peligro la pureza del justo. El escándalo, la indignación y la protesta apasionada eran inevitables. Jesús se ve forzado a justificar su comportamiento. Él no viene a estar con los justos, con los sanos, sino con los que necesitan más de Dios, con los que la vida no les ha ofrecido la oportunidad de la gracia. Los que se tienen por sanos o justos, se autoexcluyen. Agradecemos al Señor Jesús que nos haya llamado a seguirle, a pesar de nuestros errores y debilidades.